La Oración de Jesús en el Huerto es un ejemplo de humildad, sumisión, vigilancia y confianza en la voluntad de Dios. Se recomienda leerla varias veces y acompañarla con otras prácticas espirituales.
La Oración de Jesús en el Huerto es un momento clave en la vida de Jesús. En este pasaje bíblico, Jesús se encuentra en el Monte de los Olivos, orando a su Padre antes de su crucifixión. Esta oración es un ejemplo de la humildad y la entrega total a la voluntad de Dios. En este artículo, exploraremos el significado de esta oración y cómo podemos aplicarla a nuestras propias vidas.
Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Esta primera parte de la oración de Jesús en el Huerto es una muestra de su humildad y sumisión a la voluntad de Dios. Jesús sabe que su sufrimiento es necesario para la salvación de la humanidad, pero aún así pide a su Padre que le libere de ese sufrimiento.
Jesús regresa a sus discípulos y los encuentra dormidos. Les dice: ¿No pudieron velar una hora conmigo? Esta parte de la oración nos muestra la importancia de la oración y la vigilancia. Jesús quería que sus discípulos estuvieran con él en su momento de necesidad, pero ellos no pudieron mantenerse despiertos. Es importante que nosotros también estemos alerta y en oración en todo momento.
Por último, Jesús vuelve a orar y dice: Padre, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad. Esta última parte de la oración es una muestra de la confianza de Jesús en la voluntad de Dios. Él sabe que su sufrimiento es necesario y está dispuesto a aceptarlo por amor a nosotros y a su Padre.
La Oración de Jesús en el Huerto es un ejemplo de humildad, sumisión, vigilancia y confianza en la voluntad de Dios. Podemos aplicar estos valores a nuestras propias vidas y oraciones. Esta oración debe ser leída con atención y reflexionada en profundidad. Se recomienda leerla varias veces y acompañarla con otras prácticas espirituales.