La oración de los 15 minutos es una práctica espiritual que busca conectar con la divinidad y encontrar paz interior. Se enfoca en la devoción a la Virgen María y al Espíritu Santo. Debe ser leída con devoción y concentración, preferiblemente en un lugar tranquilo y sin distracciones.
La oración de los 15 minutos es una práctica espiritual que busca conectar con la divinidad y encontrar paz interior. Esta oración es muy popular en la comunidad católica y se enfoca en la devoción a la Virgen María y al Espíritu Santo. Algunas de las palabras clave relacionadas con esta oración son: espiritualidad, devoción, conexión divina, paz interior, Virgen María, Espíritu Santo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Oh Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo cuerpo, sangre, alma y divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Te ofrezco mis oraciones, obras, alegrías y sufrimientos de este día, en unión con el Sagrado Corazón de Jesús, por la salvación del mundo, por las intenciones del Santo Padre y por nuestras necesidades particulares. Amén.
Oh María, Madre mía, os ofrezco mi alma, mi corazón y mi vida. Y todo lo que me suceda, para que se haga en mí y a través de mí, según la voluntad de Dios. Os pido que me cubráis con vuestro manto de amor y protección, y que me guíes siempre hacia vuestro Hijo Jesús. Amén.
La oración de los 15 minutos debe ser leída con devoción y concentración, preferiblemente en un lugar tranquilo y sin distracciones. Se recomienda leerla al menos una vez al día, pero puede ser leída varias veces si se desea. Esta oración puede ser complementada con otras prácticas espirituales como la meditación y la lectura de la Biblia.