Oración para todos los días de los 7 arcángeles

La oración para los 7 arcángeles es una práctica espiritual que busca la protección y guía divina. Se puede leer una vez al día y se recomienda acompañarla con humildad y confianza en la ayuda divina.


La oración para todos los días de los 7 arcángeles es una práctica espiritual que busca la protección y guía divina. Los arcángeles son seres celestiales que actúan como mensajeros de Dios y representan diferentes aspectos de su poder y amor. Esta oración es una forma de conectarse con ellos y pedir su ayuda en momentos de necesidad. Algunos de los arcángeles mencionados en la oración son Miguel, Gabriel y Rafael.


Oh, arcángel Miguel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.



Oh, arcángel Gabriel, mensajero de Dios, que trajiste la buena nueva de la salvación a María, llena nuestros corazones de alegría y esperanza. Ayúdanos a escuchar la voz de Dios en nuestras vidas y a ser portadores de su amor y verdad en el mundo. Intercede por nosotros ante el trono de Dios y danos la gracia de perseverar en la fe.


Oh, arcángel Rafael, sanador divino, que guiaste a Tobías en su viaje y lo protegiste de todo peligro, acompáñanos en nuestro camino y sana nuestras heridas físicas, emocionales y espirituales. Que tu luz nos ilumine y tu amor nos fortalezca en todo momento. Ruega por nosotros ante Dios y ayúdanos a vivir en paz y armonía con nosotros mismos y los demás.


La oración para todos los días de los 7 arcángeles puede ser leída una vez al día, preferiblemente en un lugar tranquilo y sin distracciones. Es recomendable acompañarla con una actitud de humildad, gratitud y confianza en la ayuda divina. También se puede complementar con otras prácticas espirituales como la meditación y la lectura de la Biblia.


Autor:
Jose Sanz