Mateo 6:9-13 enseña cómo orar y conectarnos con Dios a través de la reverencia, la confianza y la protección divina.
La oración es una práctica espiritual que ha sido practicada por siglos en diferentes culturas y religiones. En la Biblia, encontramos varios versículos que hablan sobre la importancia de la oración y cómo esta puede ayudarnos a conectarnos con Dios. En este artículo, exploraremos un versículo en particular que habla sobre la oración.
En Mateo 6:9-13, Jesús enseña a sus discípulos cómo orar. Él comienza diciendo: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre’. Esta frase es una forma de reconocer la santidad de Dios y su posición como nuestro Padre celestial. Al decir estas palabras, estamos mostrando nuestra reverencia y respeto hacia Él.
Luego, Jesús continúa diciendo: ‘Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra’. Esta parte de la oración es una forma de pedirle a Dios que su voluntad sea hecha en nuestras vidas y en el mundo. Estamos reconociendo que Él tiene un plan para nosotros y que queremos seguirlo.
Finalmente, Jesús concluye la oración diciendo: ‘Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén’. Esta parte de la oración es una forma de pedirle a Dios que nos proteja de las tentaciones y del mal. Estamos reconociendo que Él es el dueño de todo y que confiamos en Él para protegernos.
Este versículo es una forma poderosa de conectarnos con Dios a través de la oración. Se recomienda leerlo diariamente y acompañarlo con otras prácticas espirituales como la lectura de la Biblia y la meditación.